¿Cómo andan? Nos reencontramos hoy con un repaso y una historia de otro planeta (nunca mejor dicho). En lo que va del año, entre los variados contenidos que fuimos viendo, aprendimos los conceptos de “jaque” y “jaque mate”, y también del “ahogado”. Vamos a repasarlos.
Como
el Rey es la pieza más importante del juego, hemos aprendido que nadie puede
capturarlo. Sin embargo, cuando alguien lo ataca recibe un nombre especial: Jaque. Es obligatorio para el jugador
solucionar el problema en ese turno, dado que el reglamento es bien claro y
dice que nadie puede terminar su jugada si su Rey está atacado (en jaque). Eso
sería una jugada ilegal. Por lo tanto, debemos buscar una solución. Hay tres
maneras de solucionar un jaque:
- Mover el Rey a un lugar donde nadie lo ataque;
- Tapar el jaque, poniendo una pieza delante del Rey;
- Capturar a la pieza que está atacando al Rey.
En
algunos casos, por más que busquemos una forma de poner a salvo a nuestro Rey,
no hay solución. A eso se le llama Jaque
mate: un jaque que no puede ser salvado. Si nuestro Rey es vencido con
jaque mate, debemos reconocer la derrota y nuestro rival se declara vencedor.
En
el medio de todo eso, hay otra posición: el
ahogado. El ahogado se produce cuando un jugador, en su turno, no puede
realizar ningún movimiento reglamentario. Cuando aprendimos el jaque mate “beso
de la muerte”, vimos que teníamos que tener cuidado de no “ahogar” al Rey
contrario.
Veamos
esta posición:
Es
el turno del Rey negro y se encuentra ahogado: no puede mover a ningún lado, pero
tampoco está atacado, por lo tanto no es Jaque mate.
Para
resumir, entonces, podemos decir que:
- El Jaque es la amenaza al Rey y tiene solución
- El Jaque mate es la amenaza al Rey que no puede solucionarse
- El ahogado es el momento en que un jugador no puede mover nada, pero su Rey no está atacado (no es Jaque, ni Jaque mate).
Ahora
que ya repasamos todo esto, les voy a dejar un video en el que les cuento una
partida que jugó el ex Campeón Mundial José Raúl Capablanca contra –ni más ni
menos- que un Marciano (sí: un Marciano ajedrecista). ¿Quién creen que ganó esa
partida?
Espero
que la disfruten.
Seño Estrella.
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