lunes, 30 de noviembre de 2020

Ajedrez: seguimos con las historias

            ¿Cómo andan? La vez pasada les conté la historia del Marciano ajedrecista y les mostré su partida contra el ex Campeón Mundial, el cubano José Raúl Capablanca.

Hoy les traigo un problema de ajedrez con una historia impresionante. ¿Me creerían si les contara que el diablo se disfrazó de mendigo para jugar una partida de ajedrez? Vean el video y se van a enterar de lo que le pasó a Fausto, hace muchísimos años.


¡Espero que la disfruten! Les mando besos,
Seño Estrella

lunes, 16 de noviembre de 2020

Jaque, jaque mate, ahogado, y la historia del Marciano ajedrecista

       ¿Cómo andan? Nos reencontramos hoy con un repaso y una historia de otro planeta (nunca mejor dicho). En lo que va del año, entre los variados contenidos que fuimos viendo, aprendimos los conceptos de “jaque” y “jaque mate”, y también del “ahogado”. Vamos a repasarlos.

Como el Rey es la pieza más importante del juego, hemos aprendido que nadie puede capturarlo. Sin embargo, cuando alguien lo ataca recibe un nombre especial: Jaque. Es obligatorio para el jugador solucionar el problema en ese turno, dado que el reglamento es bien claro y dice que nadie puede terminar su jugada si su Rey está atacado (en jaque). Eso sería una jugada ilegal. Por lo tanto, debemos buscar una solución. Hay tres maneras de solucionar un jaque:

  • Mover el Rey a un lugar donde nadie lo ataque;
  • Tapar el jaque, poniendo una pieza delante del Rey;
  • Capturar a la pieza que está atacando al Rey.

En algunos casos, por más que busquemos una forma de poner a salvo a nuestro Rey, no hay solución. A eso se le llama Jaque mate: un jaque que no puede ser salvado. Si nuestro Rey es vencido con jaque mate, debemos reconocer la derrota y nuestro rival se declara vencedor.

En el medio de todo eso, hay otra posición: el ahogado. El ahogado se produce cuando un jugador, en su turno, no puede realizar ningún movimiento reglamentario. Cuando aprendimos el jaque mate “beso de la muerte”, vimos que teníamos que tener cuidado de no “ahogar” al Rey contrario.

Veamos esta posición:


Es el turno del Rey negro y se encuentra ahogado: no puede mover a ningún lado, pero tampoco está atacado, por lo tanto no es Jaque mate.

Para resumir, entonces, podemos decir que:

  • El Jaque es la amenaza al Rey y tiene solución
  • El Jaque mate es la amenaza al Rey que no puede solucionarse
  • El ahogado es el momento en que un jugador no puede mover nada, pero su Rey no está atacado (no es Jaque, ni Jaque mate).

Ahora que ya repasamos todo esto, les voy a dejar un video en el que les cuento una partida que jugó el ex Campeón Mundial José Raúl Capablanca contra –ni más ni menos- que un Marciano (sí: un Marciano ajedrecista). ¿Quién creen que ganó esa partida?

Espero que la disfruten.



Cariños,
Seño Estrella.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Aprendemos a anotar y leer partidas de ajedrez: el sistema algebraico

             Quienes alguna vez hemos visto en libros, revistas o diarios, alguna partida de ajedrez o problema para resolver, habremos notado que la solución no se marca con flechas sobre el tablero, sino que aparece anotada. Hay películas que muestran escenas de jugadores enfrentándose en una partida de ajedrez, sentados ante el tablero, con un reloj y una planilla para anotar las jugadas. Entonces podemos preguntarnos: ¿Qué anotan? ¿Cómo se anotan las jugadas de ajedrez? Hoy vamos a aprender eso que se llama sistema de notación algebraico.

Como ya sabemos, el tablero de ajedrez tiene 64 casilleros, y cada uno de ellos tiene un nombre que se compone por una letra y un número. Las columnas (líneas verticales del tablero) son denominadas con una letra, desde la “a” hasta la “h”; y las filas (líneas horizontales del tablero) se numeran desde el “1” hasta el “8”. Veamos la imagen:


Como observamos en el tablero, la fila “1” es la primera línea donde se ubican las piezas blancas, y la fila “8” corresponde a la ubicación inicial de las piezas negras. Del mismo modo, la letra “a” corresponde a la izquierda del jugador de piezas blancas, mientras que para el jugador de piezas negras la columna “a” estará a su derecha. Algo que nos sirve de guía es recordar que al inicio de la partida, las Damas están ubicadas en la columna “d”, y así es más fácil orientarse.

Veremos entonces el nombre de cada casillero:


Ya sabemos ahora que cada casillero tiene su propio nombre, y nos falta saber cómo anotar las jugadas. Cada pieza de ajedrez se representa con su letra inicial:


R = Rey
D = Dama (por eso no le llamamos “Reina”, para que la “R” no se confunda con la de Rey)
T = Torre
A = Alfil
C = Caballo
Y los peones no llevan letra: adoptan el nombre de la columna en la que están. Así tendremos el péon a, peón b, peón f, etc.

Si comenzamos la partida moviendo e4, significa que el peón e se mueve hasta la casilla e4. Si anoto Cf3, lo que estoy haciendo es mover mi Caballo a la casilla f3.

Para practicar, les voy a dejar un ejercicio. En la siguiente imagen, aparece una posición de una partida de ajedrez. Yo voy a anotar, una por una, la ubicación de las piezas negras, y lo que ustedes deben hacer es anotar la ubicación de todas las piezas blancas.


Posición de las piezas negras: Ta8, Dd8, Te8, Af8, Rg8, a7, d7, f7, g7, h7, b6, Cf6, Ce5.

¿Se animan a anotar la posición de las piezas blancas, utilizando el sistema algebraico?

Espero sus respuestas.

Les mando un abrazo,
Seño Estrella.